
Oh, tu voz,
Tu aliento,
Tus labios,
Fuentes de poder.
El vibrar de tus cuerdas
Producen en mi,
El estremecimiento de mi alma.
Voz potente,
Digna de resonancia.
Voz de lluvia,
Canta como aves;
Aves en primavera,
Pero, poseído;
Poseído por rabia e injusticia,
Por horror y crueldad,
Voz de esparcimiento, esa es tu voz.
Y tu boca,
Es amplificador,
Tus cuerdas aquellos hilos,
Hilos que al ser golpeados,
Con esa rabia intensa y condenada,
Entrega la armonía,
Esa que necesita mi alma;
Sedante hasta el amanecer;
Cuando todo vuelve a la normalidad...
Ahí esta tu voz otra vez,
Dispuesta a la noche siguiente.
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