lunes, 17 de mayo de 2010
Esperanza
Oh, tu voz,
Tu aliento,
Tus labios,
Fuentes de poder.
El vibrar de tus cuerdas
Producen en mi,
El estremecimiento de mi alma.
Voz potente,
Digna de resonancia.
Voz de lluvia,
Canta como aves;
Aves en primavera,
Pero, poseído;
Poseído por rabia e injusticia,
Por horror y crueldad,
Voz de esparcimiento, esa es tu voz.
Y tu boca,
Es amplificador,
Tus cuerdas aquellos hilos,
Hilos que al ser golpeados,
Con esa rabia intensa y condenada,
Entrega la armonía,
Esa que necesita mi alma;
Sedante hasta el amanecer;
Cuando todo vuelve a la normalidad...
Ahí esta tu voz otra vez,
Dispuesta a la noche siguiente.
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